Juan Gabriel Vásquez (Bogotá; 1973). Estudió Derecho en su ciudad natal, en la Universidad del Rosario, y después de graduarse, partió a Francia, donde se instaló en París (1996-99). Allí, en La Sorbona se doctoró en Literatura Latinoamericana. Luego se mudó a un pequeño pueblo de la región de Ardenas, en Bélgica. Después de un año de vivir allí, Vásquez se instaló en Barcelona, donde reside hasta hoy. (Leer artículo Wikipedia).
Entrevistas
- Las esquirlas del miedo (Winston Manrique Sabogal - El País, 14-05-2011)
- "No me interesan las certezas, prefiero las dudas" (Karina Sainz - Vozpopuli, 13-12-2011)
Entrevista con el autor en Radio Exterior de España
CONTEXTO
- Geografía de Colombia (Wikipedia)
- Bogotá (Wikipedia)
- Guerra contra el narcotráfico en Colombia (Wikipedia)
- El narcotráfico en Colombia. Pioneros y capos (Adolfo León Atehortúa Cruz y Diana Marcela Rojas Rivera - Historia y Espacio, 2008)
- Pablo Escobar (Wikipedia)
EL RUIDO DE LAS COSAS AL CAER
- Un verso envidiable como aperitivo (Hector Abad Faciolince - El País 22-03-2011)
- La peste de mi país ( Jordi Gracia - El País, 14-05-2011)
- El sonido de un novelista al ascender (Rodrigo Fresán - Página 12, 12-06 2011)
- El ruido que hacen las cosas al caer, novela testimonio (Tulio Monsalve - Analítica.com, 29-07-2011)
- Dossier de la editorial para la prensa
- El ruido de las cosas al caer: radiografia del miedo colombiano en la generación del setenta (Jorge Ladino Gaitán Bayona)
"(...) imaginé a un hombre que sale de una cárcel bogotana.. y que mantiene su salida en secreto para sorprender a alguien, una especie de Wakefield al revés.." (pág 27)
ResponderEliminarWakefield es el protagonista de un relato del mismo nombre de Nathaniel Hawthorne. Lo podéis leer en esta dirección http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/hawthor/wakefiel.htm
NOCTURNO III, POEMA DE JOSÉ ASUNCIÓN SILVA (1865-1895) -- (pág. 46)
ResponderEliminarI
Una noche,
Una noche toda llena de murmullos, de perfumes y de músicas de alas,
Una noche
En que ardían en la sombra nupcial y húmeda, las luciérnagas fantásticas,
A mi lado lentamente, contra mí ceñida toda, muda y pálida,
Como si un presentimiento de amarguras infinitas
Hasta el más secreto fondo de las fibras te agitara,
Por la senda florecida que atraviesa la llanura
Caminabas.
Y la luna llena
Por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su luz blanca,
Y tu sombra
Fina y lánguida,
Y mi sombra
Por los rayos de la luna proyectadas,
Sobre las arenas tristes
De la senda se juntaban,
Y eran una,
Y eran una,
Y eran una sola sombra larga
Y eran una sola sombra larga
Y eran una sola sombra larga...
II
Esta noche
Solo, el alma
Llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte,
Separado de ti misma por el tiempo, por la tumba y la distancia,
Por el infinito negro
Donde nuestra voz no alcanza,
Mudo y solo
Por la senda caminaba...
Y se oían los ladridos de los perros a la luna,
A la luna pálida,
Y el chillido
De las ranas...
Sentí frío; era el frío que tenían en tu alcoba
Tus mejillas y tus sienes y tus manos adoradas,
Entre las blancuras níveas
De las mortuorias sábanas,
Era el frío del sepulcro, era el hielo de la muerte
Era el frío de la nada,
Y mi sombra,
Por los rayos de la luna proyectada,
Iba sola,
Iba sola,
Iba sola por la estepa solitaria,
Y tu sombra esbelta y ágil
Fina y lánguida,
Como en esa noche tibia de la muerta primavera,
Como en esa noche llena de murmullos, de perfumes, y de músicas de alas,
Se acercó y marchó con ella
Se acercó y marchó con ella...
Se acercó y marchó con ella... ¡Oh las sombras enlazadas!
¡Oh las sombras de los cuerpos que se juntan con las sombras de las almas...
¡Oh las sombras que se buscan en las noches de tristezas y de lágrimas!...
"Imaginé una ciudad en la que las calles, las aceras, se van cerrando poco a poco para nosotros, como las habitaciones de la casa en el cuento de Cortazar" (pág. 66)
ResponderEliminarSe refiere al cuento "Casa tomada" recogido en Bestiario (1951). Lo podéis leer en esta dirección: http://www.lainsignia.org/2001/enero/cul_031.htm
"Yo os contaré que un día vi arder entre la noche... dice un poema de Aurelio Arturo... (Pág. 255)
ResponderEliminarCiudad de Sueño
Yo os contaré que un día vi arder entre la noche
una loca ciudad soberbia y populosa,
yo, sin mover los párpados, la miré desplomarse,
caer, cual bajo un casco un pétalo de rosa.
Muros que yo formé con mi sangre hecha esfuerzo,
puertas al sol doradas que elevé a mis espaldas,
ciudad de mil mujeres de ojos dorados, brazos
lentos y bocas rojas que en su silencio cantan.
Así como en la sombra desciende una cabeza
al fondo de una idea, rápida como piedra,
aquella ciudad loca, oh rúas de mi júbilo,
se hundía en silencios duros y en soledades negras.
Ardía como un muslo entre selvas de incendio,
y caían las cúpulas y caían los muros
sobre las voces queridas tal como sobre espejos
amplios…¡diez mil chillidos de resplandores puros!
Y eran como mis mismos cabellos esas llamas,
rojas panteras sueltas en la joven ciudad,
y ardían desplomándose los muros de mi sueño…
¡Tal como se desploma gritando una ciudad!
(Aurelio Arturo, 1906-1974)